La química de los materiales es muy importante
El acero es un material que se puede reciclar infinitamente y por la forma en que se recolecta, clasifica y procesa, no tiene impacto en su propiedades inherentes. Sin embargo, estos procesos impactan en la calidad y cantidad del nuevo acero a producir, si no se realizan de la manera adecuada y con tecnologías que lo soporten.
La mejor calidad se logra a través de un escenario de recolección, su separación y reciclaje de flujo único. En este escenario y bajo un proceso de separación inadecuado podrían encontrarse otros materiales (ferrosos y no ferrosos) en el lote de chatarra que afecten a la calidad del producto o a los costos asociados al mismo para poder lograr la calidad que se requiere.
Debido a sus propiedades magnéticas, la chatarra metálica se puede separar fácilmente de otros materiales utilizando uno o varios imanes en el proceso de clasificación. Sin embargo, esto no garantiza que cada lote no contenga impurezas de todo tipo.
De hecho, la cantidad de otros materiales en un lote de chatarra metálica no solo está relacionada con la fuente de recolección, sino también con las técnicas de clasificación aplicadas. Dependiendo de los escenarios, el material podría estar contaminado por otros diferentes tipos elementos no ferrosos e incluso ferrosos pero peligrosos como elementos cerrados o abiertos pero que contienen agua, altamente peligroso al introducirlos a los hornos de fusión.
Cabe destacar que cuanto más complejo sea el flujo de recolección, más intensa deberá ser la clasificación, ya que la calidad dependerá de la precisión de esta última. En cada etapa, se requerirá una clasificación adicional sin olvidar implementar puntos de control de calidad en el proceso.
LA IMPORTANCIA DE LA QUÍMICA DE LOS MATERIALES
En su artículo “Por qué los recicladores de chatarra necesitan conocer sus aceros”, el doctor Jonathan Margalit argumenta que los depósitos de chatarra deben asegurarse de que su inventario se identifique con precisión y se clasifique de manera adecuada, pues sus clientes buscarán que el metal se identifique con la mayor precisión pues la calidad y costos asociados en sus procesos de fabricación dependen de ello.
Los depósitos de chatarra utilizan analizadores XRF para identificar los diversos elementos contenidos en los metales para clasificarlos adecuadamente. Estos analizadores pueden ayudar a determinar la composición del metal, descubrir “elementos trampa” (como el cobre, el níquel y el estaño) e identificar positivamente numerosas aleaciones en los puntos de transferencia de material para ayudar a garantizar la calidad del producto.
Los recolectores de chatarra debe incluir en sus operaciones la inspección de todos los materiales que ingresan a sus patios, validarlos en todos sus aspectos, contra documentación si existiera, ejecutar los respectivos controles de calidad tanto al ingreso como a la salida cuando envían este insumo a los productores de acero. Es de un gran valor agregado el que el recolector de chatarra realice la determinación de la composición química de la chatarra para así enviar a sus clientes la chatarra clasificada en todos sus aspectos y propiedades, evitando enviar la misma con elementos contaminantes o peligrosos para garantizar la calidad, la seguridad y el cumplimiento normativo. Mientras mayor sea la integridad de la chatarra que recibe el cliente mayor será la reputación del proveedor.
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Referencias
Metal Recyclers Need to Know Their Steels
https://www.apeal.org/wp-content/uploads/2022/01/APEAL-why-steel-recyles-forever-January-2022.pdf